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S-S - Inconvenientes menores

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Rubymoon-Faith's avatar
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Inconvenientes menores

―Dušan, sal de ahí, ¿quieres? ―Gaël no podía evitar preocuparse, a pesar de que sabía perfectamente lo que pasaba.

Todos los años era igual: Mientras usualmente eran los estudiantes quienes se sorprendían y tardaban un poco en asimilarlo, en su caso era su espíritu quien no lograba hacerse a la idea de verse en el cuerpo de un niño humano.

Apenas se había visto en un espejo, y notó que su cuerpo había cambiado por completo, el pequeño panda salió corriendo y se encerró en el baño, ¡y no había salido de ahí en dos horas!

―Anda, pequeño, tienes que salir ―repitió el médico, tocando la puerta una vez más―. Sabes que no hay nada de malo en tu cambio de forma. Todos los espíritus pasan por eso durante esta época del año. Vamos, abre la puerta.

Lo único que recibió por respuesta fue un profundo sollozo y un leve sonido de negación.

El médico de la academia suspiró frustrado. Había ocasiones en las que no tenía la menor idea de cómo manejar a ese niño suyo.

Salió de su consultorio y caminó hacia las cocinas. Tal vez la cocinera tendría algo que le sirviera para convencer a Dušan de salir de su escondite. Por suerte contaba con la ventaja de haber caído en gracia con la chica, y de que ella le guardaba cariño a su cachorro, y solo por eso se saltó las reglas por esa vez para regalarle un dulce.

Regresó al consultorio, pero no hubo cambio en la situación: Dušan no había abierto la puerta.

Gaël se dirigió a su armario y tomó una de tantas prendas que había adquirido para cuando Dušan atravesaba esas transformaciones. Se sentó junto a la puerta y puso la ropa al alcance de la mano del pequeño. Después, comenzó a jugar a mover entre sus dedos el palito que sostenía la paleta que la chica le había regalado para el osito.

―Oye, Dušan, hagamos un trato. La señorita Hikari te ha enviado una paleta deliciosa, pero no puedo dártela si no abres la puerta; así que hagamos esto: Toma la ropa que te dejé afuera y vístete. Cuando quieras comer este dulce, solamente sal y yo te lo daré.

La respuesta fue casi inmediata: La puerta se abrió mínimamente, dando paso a un pequeño brazo que asomó para tomar la ropa que se encontraba afuera... e inmediatamente volvió a cerrarse. Un par de minutos después, la puerta se abrió nuevamente y la pequeña mano asomó una vez más, intentando alcanzar el dulce prometido.

―No funciona así, Dušan ―le recordó el médico―. El trato era que si querías la paleta, debías salir por ella.

Escuchó un leve gruñido molesto, pero la puerta finalmente se abrió por completo.

El niño que salió podría tener, lo más, unos tres años. Llevaba el cabello con aquel tradicional corte estilo hongo que estuvo de moda cuando Gaël era niño. Cada hebra de cabello era, en su mayoría, negra; sin embargo, tenía ciertas secciones blancas, que delataban el tono bicolor de su pelaje como animal. Sus ojos cafés, de rasgos orientales, conservaban la inocencia y expresividad que siempre los había caracterizado, pero una pequeña mancha oscura los rodeaba, como lo hacía una sombra de su pelaje oscuro.

Gaël sonrió levemente. Así era un poco más sencillo para él asumir el papel de padre que había escogido desempeñar para Dušan.

Le extendió la mano que sostenía la paleta y su cachorro tomó el dulce y se lo llevó a la boca inmediatamente. En cuestión de segundos la expresión llorosa en el rostro del niño se había transformado en una sonrisa tranquila. El dulce solía tener ese efecto en él.

Solo entonces el médico supo que todo estaría bien. El niño tomaría sus juguetes y se divertiría con ellos por un rato, antes de caer vencido por el agotamiento que le produjo llorar tanto.

Con un poco de suerte, para la mañana siguiente habría asimilado un poco mejor su condición humana.
En términos técnicos, me había inspirado primero para escribir el de Deirdre, pero este se escribió solo. Se me ocurrió la idea el fin de semana y ayer mismo lo acabé, pero me dormí pensando un título, así que quedó para hoy.

Esta es mi respuesta, con Gaël y 
Dušan, para la actividad del día de muertos de :iconspirit-seele:.

Como pueden ver, lo curioso con ellos es que es 
Dušan a quien le cuesta procesar su transformación en ser humano, y suele asustarse mucho, hasta que Gaël logra convencerlo, generalmente con un dulce o un juguete nuevo.

Quedó cortito, pero creo que bonito.

Si alguien me puede ayudar con el diseño de 
Dušan humano, se lo agradecería con todo el corazón :heart:

¡Saludos!






Spirit Seele: :iconblue-and-idiot:
Gaël Lisle y Dušan: :iconrubymoon-faith:
Hikari Tanaka: :icontype-your-answer:
Comments7
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starto0ns's avatar
Como has dicho,quedó cortito pero bonito :heart:
Cada vez me dan más y más ternura estos dos.Yo calculaba que Dušan tendría como 5 años,así que me sorprendió el hecho de que fuera un poco más pequeño.Me gustó mucho la descripción de nuestro pequeño pandita,esperaré la transformación de Crevan :)